Evidentemente tema de interés para todos. Ya sabéis que a los papás hay dos cosas en la vida de vuestro hijo que os preocupan por encima del resto: que coman y la fiebre. Pues hoy abordaremos unos de estos temas.
Empezaremos diciendo como casi siempre, TRANQUILIDAD, la fiebre no es mala, es una defensa de nuestro organismo contra la infección, además de ponernos alerta frente a ella.
Así mismo la fiebre es algo muy individual, tanto en cuanto a la cantidad, como a la respuesta que produce en cada persona. Ya sabéis que hay gente que con 37,5ºC están que no pueden funcionar, y sin embargo otras persona con 38,5ºC se encuentran razonablemente bien. Con los niños pasa lo mismo, aunque ellos como inmaduros que son suelen tener reacciones más exageradas y presentan fiebre elevada ante cualquier proceso infeccioso.
Pero importante, la fiebre NO ES SINÓNIMO DE GRAVEDAD. Cualquier infección vírica banal puede producir 39ºC, y no tiene por que necesariamente tratarse de un proceso importante como una Meningitis o una Neumonía.
Yo siempre os comento que es más importante el comportamiento de la fiebre, que los grados en sí que tenga el niño. De la misma forma, y como siempre en Pediatría, importante será la edad de nuestro paciente. Por debajo del mes, es motivo de ingreso hospitalario directo, durante el primer trimestre será motivo de valoración inmediato, y hasta el año, será conveniente valorar al niño, cuanto antes mejor. A partir de ahí debéis saber
manejaros para controlar la fiebre, y no será necesaria una valoración inmediata de nuestro niño.
Como os comentaba es más importante que una fiebre baje a la hora/ hora y media de haber tomado un antitérmico y que se controle hasta las 5-6 horas siguientes, que el hecho de que tenga 38,5 o 39ºC. Si el comportamiento es este tranquilos, es lo normal.
Si por el contrario, damos el antitérmico y la fiebre no baja o a las 2-3 horas vuelve a subir, aunque no es una regla fija, habrá que valorar al paciente para determinar el foco de infección.
Habrá que distinguir así mismo entre fiebre, cuando es mayor de 38ºC, de febrícula (décimas), cuando la temperatura oscila entre 37-38ºC.
En este último supuesto, si el niño esta bien no será necesario administrar ningún tratamiento.
El mejor sitio para tomar la temperatura será en el culete. Lo haremos con un termómetro digital (pues los de mercurio por razones de seguridad se han deshechado), introduciendo el sensor 2-3 cm en el recto del niño, y acordándonos de descontar siempre de 0,5 a 0,8ºC de la cifra que nos dé.
Si es difícil o en niños más mayores, la ideal será la temperatura axilar.
Evidentemente podréis utilizar termómetros para tomar la temperatura en el oído o las bandas que se ponen en la frente, que si bien no voy a discutir su comodidad, no me gustan demasiado en cuanto a fiabilidad en la medición, pues dependen de una serie de condiciones idóneas para su exactitud.
Cuando un niño tiene fiebre, lo primero que ocurrirá será que se le pondrán las manitas frías, y tendrá sensación de malestar general y frío. En los más mayores, sobre los 3 años, en este momento pueden empezar con escalofríos, que en ocasiones los confundis con convulsiones febriles y que no tienen nada que ver con estas.
A los 15-30 minutos empezará a tener sensación de calor, se amodorrará y disminuirá su actividad. En ocasiones, coincidiendo con el aumento de la temperatura pueden tener sensación de nauseas e incluso vomitar. Tranquilos, no es más que un síntoma acompañante.
Este es el momento en el que empezaremos a actuar para controlar la fiebre y que nuestro pequeño este en las mejores condiciones posibles.
Iniciaremos la toma de medicación antitérmica, habitualmente Ibuprofeno y Paracetamol. Aunque tambien podemos utilizar otras como el Metamizol (Nolotil, Metalgial) Cual?, pues depende también de cada niño, a unos les hace más efecto uno que otro y eso es algo individual.
Como regla general, a mí me gusta más el Ibuprofeno (Dalsy, Junifen, Apirofeno) que el Paracetamol. El esquema que yo siempre os propongo en cuanto por una infección inician la fiebre es alternar ambos antitérmicos.
Así os recomiendo que iniciéis Ibuprofeno de forma pautada, mañana, mediodía y noche, tenga o no tenga fiebre, se encuentre bien o no. La va a tener seguro, con lo cual no vale la pena esperar, es más difícil de bajar una vez a subido y mantendréis al niño en mejor estado general.
Si a las 2,3, 5 horas de haber administrado el Ibuprofeno la fiebre vuelve a subir o no baja, poedéis combinar con Paracetamol.
No es necesario que lo dejéis sin fiebre, los primeros días será difícil, pero sí con una cifra controlada y con buen estado general. Y ya sabéis que a las 5-7 horas volverá a tener un nuevo ascenso de temperatura.
De la misma forma no penséis que con una dosis de antitérmico está todo solucionado. La fiebre durará en cualquier proceso habitual 2-3 días. Paciencia, no os asustéis.
Así mismo, no olvidéis los medios físicos, son importantes y eficaces:
- Dadle un baño de inmersión en la bañera con agua templada, con la temperatura de siempre, que dure unos 15 o 20 minutos para que se vaya enfriando.
- Poned compresas de agua en frente, axilas e ingles.
- Ofreced líquidos con frecuencia.
- No lo abriguéis, además de mantener una temperatura en la habitación razonable.
Y con paciencia y tranquilidad, alternando antitérmicos a los 3 días volverá a amanecer un nuevo día sin fiebre , y habremos pasado otro episodio más de los muchos que tenemos que pasar.
Ah, y para finalizar, comentaros que no va a comer. No tienen hambre, se encuentrán mal, no lo olvides. Los pobres están condenados les pase lo que les pase a tener una cuchara delante.
Pensad en vosotros cuando tenéis 39ºC, de lo único que tenéis ganas es de meteros en la cama y de que os dejen en paz.
Espero que os haya sido útil este tema. Pero como siempre, recuerda, ante fiebre consulta con tu Pediatra, te ayudará
